Dificultades y Necesidades
a) Dificultades principales que pueden aparecer durante la adolescencia
-Inmadurez emocional.
-Reacciones emocionales desproporcionadas y poco ajustadas a las situaciones.
-Intereses inmaduros y poco acordes con la edad.
-Mayor conciencia de diferencia y de soledad.
-Sentimientos de incomprensión y de soledad.
-Vulnerabilidad a alteraciones psicológicas como la depresión, la ansiedad y el estrés.
-Descuido de la higiene y el cuidado personal (si bien algunos desarrollan rituales obsesivos en relación con la higiene).
-Aumento de las obsesiones y los rituales de pensamiento.
-Dificultades académicas (lentitud, problemas de adaptación a los
cambios de horarios, profesores, aulas, etc.; torpeza para elaborar
planes de estudio y secuenciar tareas; desmotivación; dificultades para
captar la idea principal de un texto y seleccionar información
relevante).
b) Cualidades y aspectos positivos en la etapa adolescente
-Fuertes valores morales: sinceridad, compañerismo, bondad,
defensa de los derechos humanos y crítica de las injusticias que
observan a su alrededor.
-Persistencia en alcanzar sus metas y objetivos.
Gran deseo de superación.
-Personalidad sencilla, ingenua y “transparente".
-Ausencia de malicia y de dobles intenciones.
-Mejor dominio de las reglas sociales básicas.
c) Necesidades en la adolescencia
-Educación del entorno en el respeto, la tolerancia y comprensión hacia la persona con SA.
-Enfatizar las habilidades sobresalientes del muchacho con SA mediante situaciones de aprendizaje cooperativo.
-Motivarles a participar en situaciones que refuercen su autoestima, mejoren su imagen y faciliten la integración en el grupo.
-Adaptaciones metodológicas (tiempo extra para acabar las tareas,
posibilidad de exámenes orales, uso de procesador de textos, potenciar
la vía visual de aprendizaje, preguntas cerradas en los exámenes como
los test de respuestas múltiples, entre otros).
-Directrices claras y muy explícitas en cuanto a cómo realizar y presentar sus trabajos.
-Contar con la figura de un tutor o profesor de apoyo que pueda vigilar
su estado emocional y le dé pautas en lo académico, lo personal y lo
emocional, ayudándole a planificar sus estudios, entrenándole en
técnicas que le permitan manejar situaciones difíciles en el colegio o
instituto, motivarle a alcanzar metas usando las estrategias adecuadas y
ofrecerle orientación laboral y profesional.
-Inlcuirle en un programa de educación física orientado a la salud y la buena forma física y no a deportes competitivos.
-Analizar los problemas de conducta, ya que las razones que subyacen a
esos problemas pueden no ser obvias ni claras, antes de tomar medidas
drásticas, como castigos, que no servirían para cambiar las conductas.
-Prepararle para la universidad o el mundo laboral, planificando,
anticipando y preparando para ese cambio que generalmente produce altos
niveles de ansiedad y miedo.
-Fomentar su participación en actividades extracurriculares relacionadas con sus puntos fuertes.
-Ayudarles a conocer y a aceptar qué significa el síndrome de Asperger.
-Ayudarle a reconocer lo bueno y lo malo de sí mismo.
-Proporcionarle estrategias de autocontrol.
-Devolverle una imagen positiva y realista de sí mismo.
-Enseñanza de técnicas de control de pensamientos obsesivos y preguntas repetitivas.
-Apoyo para mejorar sus habilidades sociales y conversacionales.
d) Principales dificultades que pueden darse en la vida adult
-Dificultades de relación social, problemas para tener amigos o
profundizar en las relaciones, poco éxito en sus intentos de entablar
amistad.
-Dificultades para el trabajo en equipo, para comprender el mundo mental
de los otros y el propio, incapacidad para entender claves sociales que
le ayuden a regular su conducta.
-Problemas para detectar emociones y sentimientos ajenos y dificultad para expresar los suyos propios.
-Rituales o estereotipias motoras que se desencadenan en situaciones concretas y escapan a su control.
-Autoestima y autoconcepto ambiguos que pueden ir acompañados de
sentimientos de superiroridad o bien de ideas excesivamente negativas
centradas en el desconocimiento de sus capacidades.
-Incapacidad para planificar y organizar su futuro en base a proyectos realistas.
-Ansiedad y depresión.
-Problemas para tomar decisiones.
-Dificultades para manejar relaciones de pareja.
-Dificultades atencionales que se pueden reflejar en el entorno laboral.
-Problemas en las entrevistas de trabajo.
e) Cualidades y aspectos positivos en la edad adulta
-A pesar de sus problemas, son capaces de generar estrategia alternativas para manejarse en el mundo social.
-Suelen ser muy nobles y dicen en cada momento lo que piensan.
-Cuando su trabajo se ajusta a sus intereses y tiene poca demanda social suelen tener éxito profesional.
-Reclaman independencia económica y social.
-Suelen ser perfeccionistas a la hora de realizar cualquier tarea.
-Son capaces de almacenar grandes cantidades de información, sobre todo de sus intereses.
-Suelen ser más eficientes en trabajos técnicos (informática, fotografía, matemáticas, administración, etc.)
-Cuando las metas están bien definidas suelen ser persistentes en la consecución de sus objetivos.
f) Necesidades de los adultos con Síndrome de Asperger
-Terapias centradas en mejorar la autoestima y favorecer un autoconcepto positivo y realista.
-Asumir que tienen una forma peculiar de percibir e interpretar el mundo que les rodea, pero que no por ello son enfermos.
-Enseñanza explícita sobre las relaciones sociales en general.
-Mediador social y laboral que le ayude a generar estrategias para
desenvolverse con éxito (resolución de conflictos sociales y laborales).
-Servicio de Orientación y Asesoramiento Personal y Familiar al que acudir cuando sea necesario.
-Minimización de distractores ambientales en entornos laborales.
-Trabajos con baja implicación social.
-Tareas bien secuenciadas y con un principio y fin claros.
-Plazos para la consecución de sus objetivos laborales, máxima estructuración.
g) Viviendo con el síndrome de Asperger - La familia -
VIVIENDO CON EL SíNDROME DE ASPERGER
1) Los hijos más pequeños
Como el síndrome de Asperger es una incapacidad de desarrollo tan
compleja y como los afectados con frecuencia son tan diferentes los unas
de los otros, las opiniones acerca de las estrategias de comportamiento
varían mucho. De todas maneras, hay una serie de consejos que deben
ser evaluados a nivel individual que se pueden poner en práctica, tanto
en casa como en la escuela.
Para poder enseñar a los niños con síndrome de Asperger, los adultos
tienen que ocuparse mucho y mostrarse muy cariñosos; estos niños son
dependientes en muchos aspectos y sin embargo, necesitan aprender a ser
lo más independientes posible. Una gran parte del éxito que consigan en
el futuro dependerá de la manera en que los adultos se relacionen con
ellos.
Es necesario que los adultos, padres, maestros o asistentes que traten
con niños Asperger les tengan un gran respeto y cariño; la actitud
general afecta a todo el ambiente de aprendizaje. Puede que el maestro
encuentre imposible enseñar al niño de una manera positiva, pero las
manifestaciones del maestro revelarán al niño sus sentimientos. Es
preferible que el maestro evalíºe sus sentimientos y que trate de
cambiar su actitud cuando sea necesario y si no lo logra tal vez sea
importante buscar otro profesor para enseñar a este estudiante ya que
una actitud negativa y la falta de cariño pueden hacer mucho daño a una
persona en muy poco tiempo.
Una técnica sencilla, que sin embargo con frecuencia se pasa por alto
cuando se trata con niños Asperger, es la necesidad de darle lo que
necesita. Esto requiere que se conozca a cada niño lo suficientemente
bien como para saber cuándo las necesidades varían.
Estos niños suelen necesitar de un tiempo y un lugar para sentirse a
solas y si la exigencia es constante, el nivel de frustración puede ser
insoportable; puede necesitar mecerse, abanicarse o escuchar míºsica,
pasearse por la habitación, etc. Cuando se les da la oportunidad de
realizar estas actividades, de acuerdo a su edad, mejoran notablemente.
El profesorado tiene que tener en cuenta que el nivel de actividad, la
capacidad de prestar atención, las emociones, el nivel de interés y las
habilidades varían mucho de un estudiante a otro y cualquier programa
educativo tiene que acomodarse a todas las necesidades individuales.
Hay una serie de consejos generales:
Ser lo más positivo posible: alabar con frecuencia y con sinceridad,
fijarse en las cosas buenas y no prestar demasiada atención a las cosas
que tienen poca importancia. Muchos estudiantes están condicionados a
reaccionar negativamente a un "no", que con frecuencia indica que
alguien está enfadado o que algo no está bien, pero no informa cómo
solucionar el problema. Estas palabras hay que utilizarlas con
moderación. En muchas ocasiones resulta muy práctico decirles lo que
tienen que hacer y abstenernos de lo que no tienen que hacer.
Enseñar a los niños a escuchar. Muchas veces la repetición frecuente de
una determinada instrucción enseña a la gente a no escuchar, por lo que
debe evitarse. Es mejor apoyar la instrucción hablada con un gesto o
similar que obligue al niño a prestar atención y luego asegurarse que se
sigue la instrucción. Cuando los adultos no insisten en que hagan lo
que se les ha pedido, una vez establecido que lo han entendido
claramente, estos niños suelen asimilar que no tienen que cumplir con
las instrucciones.
Es necesario que el que da las instrucciones sepa perfectamente qué es
lo que pretende. Hay que ser razonable con lo que se pide y la demanda
debe estar en consonancia con las capacidades del niño.
Hay que dar información adecuada. Es necesario avisar al niño por
adelantado de lo que va a pasar después. Si hay cambios, hay que
informarles y permitir que tomen parte en los planes. Hay que hacerles
saberlo que va a pasar y cómo deben portarse. Se utilizarán palabras,
gestos y dibujos que entiendan. Tablones de anuncios con el horario
diario, las rutinas diarias, etc.
Emplear un idioma lo más sencillo, claro y conciso posible. Las personas
Asperger suelen comprender sólo una parte de las palabras que se les
dirige. Es mejor ser conciso porque demasiadas instrucciones y
explicaciones crean frustración y confusión. En el colegio, normalmente
es mejor que las instrucciones sean dadas de manera individual que
dirigirlas a todo el grupo. Cuando una instrucción consta de varios
pasos es posible dividirla, consiguiendo que el niño cumpla un paso
antes de darle el segundo. Cuando uno se abstiene de apoyos verbales,
con frecuencia la independencia del niño Asperger va creciendo. Mucha
información podría darse mediante dibujos en serie.
Como ya hemos comentado, siempre que se pueda hay que evitar las frases
negativas, que sólo les explica lo que no es admisible y no les aporta
sugerencias necesarias para aprender cómo comportarse de un modo
diferente y más apropiado.
Hay que ser lo más neutro posible al dar las instrucciones, ya que el
tono de la voz, la expresión de la cara o una palabra con varios
significados pueden cambiar el sentido de una pregunta, una instrucción o
una frase. Cuando se dan instrucciones es necesario explicar lo que se
tiene que hacer y evitar los desafíos. Si las instrucciones se dan de
manera desafiante, los niños tienden a ponerse a la defensiva y tratan
de evitar o hacer lo contrario de lo pedido.
Hay que evitar las preguntas con opciones a no ser que los estudiantes
tengan opciones de verdad. Las frases claras les dan a los estudiantes
la información necesaria para poder cumplir lo pedido.
Es importante identificar los sentimientos. A los niños Asperger les
cuenta mucho trabajo reconocer los sentimientos de otros y expresar los
propios.
Evitar en lo posible la crítica y ayudarles a tener una imagen positiva de sí mismos.
Evitar los reproches, usar reglas consistentes y neutrales. Los
reproches son en beneficio de los adultos, no de los niños con síndrome
de Asperger, ya que tienen poco sentido para ellos y no efectuarán
ningíºn cambio en su comportamiento.
Es mejor evitar las amenazas, que con frecuencia dan paso a una reacción negativa.
Las señales deben darse cuando sean necesarias para ayudar a la persona a
ganar más independencia y a no depender tanto de otros.
Estas señales pueden ser sugerencias físicas, gestos, dibujos, palabras
escritas, indicaciones ambientales tales como un objeto o la cara de un
reloj, o indicaciones verbales que se van aprendiendo a través del
tiempo y que poco a poco se van desvaneciendo. Las señales les sirven
muy bien a aquellas personas a quienes les cuesta mucho aplicar las
reglas, las habilidades o los comportamientos de un ambiente a otro.
A veces los niños Asperger reciben más señales de las que necesitan, o
tal vez necesitan más de las que reciben. Es mejor establecer unas pocas
señales que el niño pueda aprender bien hasta que esté listo para
intentarlo por si solo. Los dibujos y las indicaciones ambientales son
los métodos que mejor fomentan la independencia. Para evitar la
dependencia, hay que hacer planes para reducir el número de señales que
necesiten de la presencia de los adultos.
En muchas ocasiones, los elementos más efectivos para la enseñanza de un
comportamiento apropiado son los aportados por modelos a seguir. Los
modelos pueden ser los adultos o los compañeros. A veces los maestros
tendrán que aleccionar a compañeros de otras clases o ambientes para que
sirvan de modelos. A los estudiantes Asperger que no armonizan con
otros, se les tendrá que enseñar a observar y a imitar lo que hacen los
otros. Los compañeros que son modelos tendrán que aprender técnicas para
mantener la atención de la persona Asperger y para animarla a
reaccionar
El acto de poder escoger es una parte importante del proceso de llegar a
ser independiente. Los niños empiezan a escoger muy temprano, mostrando
sus preferencias por personas, comidas y juguetes. Muchas personas con
incapacidad severa, incluso muchos niños Asperger, no han tenido la
oportunidad de practicar, paso a paso y sistemáticamente, él proceso de
escoger. Muchas veces no se les permite negarse. Con frecuencia el niño
no entiende claramente cómo negarse a hacer algo o aceptar realizar algo
de manera que los otros lo entiendan.
Es necesario enseñar a dar una respuesta de sí o no: muchos Asperger
responden con un sí a todo y puede ser resultado de falta de
entendimiento que de verdad pueden escoger o ser reflejo del deseo
general de conformarse. También puede ser posible que al decir o dar a
entender que "no" hayan sufrido de consecuencias negativas y la palabra
"no" prefieran no usarla. Para enseñar modos apropiados de rehusarse, es
imprescindible reforzar una respuesta negativa y permitir las
respuestas negativas. Para que una persona llegue a ser independiente y
capaz de elegir, hay que permitirle la negación. Enseñar a los Asperger
que tienen derecho de escoger y que este derecho de escoger a veces
significa el derecho a negarse, es un proceso que se lleva a cabo con el
tiempo. Una vez que se entienda el poder de las opciones y que se le dé
a la persona la oportunidad de ejercer una opción y controlar muchos
aspectos de su vida, habrá menos razón para la negación.
Para poder realizar una selección informada, el niño Asperger tiene que
tener experiencia con la actividad, el objeto o la persona a elegir.
Muchas veces el rechazo resulta de una falta de conocimiento y una
preferencia por quedarse con lo conocido. Para que lleguen a ser maduros
e independientes, es preciso enseñar a los Asperger a realizar con
éxito una variedad de actividades apropiadas a su edad. Sólo cuando
saben por su propia experiencia lo que es realizar una actividad pueden
escoger realizarla de nuevo, hacer otra cosa, o escoger rechazar la
actividad. Hacer planes para una noche o para el fin de semana, tener
capacidad de espontaneidad y capaz de cambiar los planes, forma parte
del proceso de escoger y elegir.
A las personas Asperger raras veces les gusta lo desconocido y con
frecuencia se niegan a ir a lugares nuevos o a hacer cosas nuevas.
Cuando se plantean nuevas actividades, personas u objetos desconocidos,
manifiestan un comportamiento problemático. En estos casos, una manera
de ayudarles a sentirse más cómodas es desarrollar planes de
insensibilización para que conozcan la situación de antemano. Los
métodos de insensibilización también son muy íºtiles cuando el niño
tiene miedo a una situación o está sensibilizado por experiencias
anteriores negativas. Consiste en repasar una y otra vez todos los pasos
que se pueden dar en la nueva situación o en el conocimiento de una
nueva persona, mediante dibujos en serie, con un dibujo de un refuerzo
grato al final, para que llegado el momento no lo tome como extraño o
nuevo.
A los niños con síndrome de Asperger, desde el principio, hay que
enseñarles habilidades para la interacción social. Es necesario poner
especial énfasis en ciertas habilidades sociales y crear objetivos
específicos y estrategias especiales para implementarlos. No darles a
conocer las habilidades necesarias para la interacción social es
olvidarse de una parte principal de las incapacidades de las personas
Asperger. Muchos de sus esfuerzos para integrarse socialmente no son
apropiados Sus esfuerzos para interpretar las señales sociales de otros
con frecuencia llevan a la confusión. Un niño Asperger no suele poder
aprender interacciones sociales apropiadas sin instrucciones especiales.
Si no le enseñamos las habilidades sociales necesarias para la
interacción con otras personas estamos aumentando la posibilidad
2) Los hijos adolescentes
Los jóvenes Asperger a veces tienen dificultades con la transición a la
pubertad. Aproximadamente el 20% tienen ataques de epilepsia por primera
vez durante la pubertad que pueden deberse a cambios hormonales.
Además, muchos problemas de conducta pueden hacerse más frecuentes y más
severos durante este período. Sin embargo, otros menores pasan a
través de la pubertad con mínimas dificultades.
Con respecto a las relaciones familiares, en esta etapa los padres son
verdaderos profesionales en síndrome de Asperger pero hay que tener en
cuenta que también son más mayores y con menos energías. El
comportamiento y el trato empieza a enfocarse de una manera diferente y
hacia otros aspectos:
Se marcan más las diferencias de su hijo Asperger con otros de la misma
edad; su hijo puede permanecer indiferente a los eventos sociales, los
estudios necesarios para desarrollar una profesión o la lucha por ser
independiente mientras los demás jóvenes caminan hacia la etapa adulta
de la vida buscando su propio sitio en la sociedad.
Es necesario enfrentarse a los aspectos sexuales de este periodo y
resolverlos.Se tiende a pensar que con todo el trabajo que requiere el
cuidado y educación del joven, la educación sexual es una preocupación
innecesaria; nada más lejos de la realidad. Los padres son los primeros
educadores de la sexualidad de sus hijos. Desde el nacimiento, los
padres son el modelo y enseñan a sus hijos mensajes sobre el amor, el
afecto, el contacto, las relaciones. El modo de abrazar y de sostener a
sus hijos les está enseñando lo que sentimos acerca de ellos. Algunos
afirman que el contacto amoroso de las primeras etapas de la vida marca
ya la pauta para una sana intimidad cuando se es adulto.
Se empieza a planear el futuro: seguridad financiera, posibilidades
laborales y todo lo necesario para que el hijo pueda vivir adecuadamente
cuando falten los padres.
Los padres deben redefinir su papel como padres de un hijo dependiente, pero ya no un niño.
3) Relaciones de pareja
La sexualidad es una parte más de la vida de una persona y en el caso
del síndrome de Asperger no es una excepción. La sexualidad y la
expresión sexual de la gente con el Síndrome de Asperger crea
reacciones diversas. Estas personas tienen sensaciones, necesidades y
una identidad sexual y, evidentemente, la sexualidad debe estar siempre
en el contexto total de las relaciones humanas. La sexualidad incluye la
identidad del género, la amistad, la autoestima, la imagen, el
conocimiento del cuerpo, el desarrollo emocional y el comportamiento
social, así como la expresión física del amor, del afecto y de los
deseos.
La incapacidad no va a impedir los derechos básicos de la persona a amar
y ser amado, descubrir nuevas amistades y relaciones emocionales, la
búsqueda de su felicidad y siempre que sea posible, formar su familia.
Se debería considerar una obligación que la persona con síndrome de
Asperger conozca sobre sexo, que haya recibido las ayudas necesarias
para protegerse contra el abuso sexual, la explotación, el embarazo no
deseado y la prevención de las enfermedades de transmisión sexual.
Para la mayoría de nosotros, el aprendizaje sobre la sexualidad ocurrió
de muy diversas maneras. Probablemente fueron nuestros padres los
primeros educadores de la sexualidad, ya que suelen ser los primeros y
más frecuentes maestros y modelos. Después, nuestros compañeros, los
medios de comunicación, la enseñanza religiosa y las experiencias de la
vida han ido influyendo sobre nuestro aprendizaje sexual. En el contexto
de la educación de la sexualidad, ser capaz de comunicar los
sentimientos es una importante habilidad interpersonal. Ser capaz de
identificar y responder a las emociones de un amigo o de la propia
pareja promueve la comunicación y la intimidad. Para la mayoría de
nosotrosresulta complejo reconocer y responder a las emociones y se
encuentra especialmente acentuado en las personas con esta discapacidad,
donde hay dificultades a la hora de expresar sus emociones, o puede
expresarlas de manera inapropiada, o puede interpretar equivocadamente
los sentimientos de los demás.
La sexualidad es una parte más de la vida de una persona y en el caso
del síndrome de Asperger no es una excepción. La sexualidad y la
expresión sexual de la gente con síndrome de Asperger o con el
Síndrome de Asperger crea reacciones diversas. Estas personas tienen
sensaciones, necesidades y una identidad sexual y, evidentemente, la
sexualidad debe estar siempre en el contexto total de las relaciones
humanas. La sexualidad incluye la identidad del género, la amistad, la
autoestima, la imagen, el conocimiento del cuerpo, el desarrollo
emocional y el comportamiento social así como la expresión física del
amor, del afecto y de los deseos.
La incapacidad no va a impedir los derechos básicos de la persona a amar
y ser amado, desarrollar amistades y relaciones emocionales, elegir a
los amigos, la búsqueda de su felicidad y siempre que sea posible,
formar su familia.
Se debería considerar una obligación que la persona con síndrome de
Asperger conozca sobre sexo, que haya recibido las ayudas necesarias
para protegerse contra el abuso sexual, la explotación, el embarazo no
deseado y la prevención de las enfermedades de transmisión sexual.
4) Entorno familiar
Es muy difícil considerar el síndrome de Asperger como una enfermedad
que afecta a una persona y en la práctica hay que considerarlo como una
discapacidad en la que se ven envueltos todos los miembros de la
familia. Cada familia y dentro de ésta cada miembro de la familia, se ve
afectada de una manera diferente, experimentando sentimientos tan
diversos como dolor, pena, frustración, satisfacción por poder ayudar,
repulsa, negación, rabia, etc. No sólo los sentimientos varían de un
miembro a otro de la familia y en las diferentes familias, sino que
también es cambiante en el tiempo.
La experiencia de tener un hijo Asperger puede ser devastadora para los
padres pero también para los otros hermanos ya que provoca en la familia
grandes tensiones y problemas. Muchas veces los padres se pueden sentir
muy mal por los sentimientos que tienen hacia su hijo Asperger,
sentimientos contradictorios de pena, rabia, profundo amor, incomodidad,
injusticia, pesar, exceso de responsabilidad, etc. Deben tener en
cuenta que estos sentimientos son normales, que otros padres de niños
Asperger ya han pasado por los mismo, han conseguido sobreponerse y con
su experiencia pueden ayudar a otros padres a conseguirlo. Piense que
muchos padres consideran casi una "bendición de Dios" tener un hijo
Asperger, ya que son mucho más sensibles, valoran mucho más los avances
de sus hijos porque son conscientes de que a ellos les cuesta muchísimo
más llegar a lograr avances.
Cada familia se enfrenta a la enfermedad de una manera diferente, aunque
siempre suelen darse unos elementos comunes en las diferentes etapas:
En el Diagnóstico:
En la mayoría de las ocasiones, cuando los padres reciben la noticia de
que su hijo es Asperger han recorrido la consulta de varios
profesionales para confirmarlo. La noticia es devastadora, máxime en
unos padres que llevan mucho tiempo de preocupación, desilusión y
teniendo el presentimiento de que algo no funciona correctamente.
En este momento del diagnóstico, las reacciones que se pueden dar son muy diversas:
- Negación:
Es un elemento distintivo, en la que la familia en general y los padres
en particular, niegan la existencia. Los médicos no suelen encontrar
problemas fisiológicos que expliquen el trastorno y el aspecto físico
del niño es totalmente normal, por lo que la negación (no puede ser muy
importante o no es nada) es una reacción muy corriente. Además, las
características propias del síndrome de Asperger propician la negación
del trastorno y plantearse que pasará con el tiempo, sin necesidad de
tomar ninguna medida o si se toman medidas se realizan de cualquier
manera y esporádicamente. Lo especialmente grave al tomar esta actitud
de negación es que se postergan una serie de medidas que son de vital
importancia para el desarrollo del niño y su integración a la sociedad.
- Impotencia:
Otra reacción muy normal es que los padres se sientan derrotados e
incapaces frente al problema incluso antes de comenzar los verdaderos
problemas. Tener un hijo Asperger puede suponer un duro golpe a la
autoestima y autoconfianza por varios motivos:
El padre se tiene que enfrentar a conductas extrañas e inexplicables,
reacciones impredecibles y satisfacer unas necesidades para las que
ningún padre se encuentra preparado a priori, ya que no hay reglas
establecidas ni modelos establecidos ni experiencias previas que puedan
ayudar.
El necesitar ayuda especializada para el cuidado y atención de su hijo puede hacer que se sientan inútiles.
La falta de información sobre el síndrome de Asperger y el miedo a lo desconocido.
Todo esto puede hacer que los padres sufran una autentica depresión y la sensación de tener que "tirar la toalla".
- Culpa:
Prácticamente todas las mujeres, durante el embarazo, tienen en algún
momento el temor de que su bebé no sea normal o totalmente sano. Cuando
el niño es diagnosticado, el temor se ha convertido en realidad y
comienza el sentimiento de culpa de que algo se hizo mal durante la
gestación y la pastilla que se tomaron, la tabla de ejercicio, el
cigarrillo que no pudo dejar de fumar, la posibilidad de un componente
hereditario o cualquier otra razón puede ser suficiente para explicar
por qué el niño está enfermo y de quién es la culpa. Esta sentimiento
puede verse incrementado ante la gran difusión que tuvo la teoría
psicoanalítica de la enfermedad, que la atribuía a una mala relación
de los padres, unos padres poco comunicativos, distantes e incapaces de
proporcionar el cariño necesario. Hoy en día es evidente que la
conducta de ninguno de los padres pudo haber causado el síndrome de
Asperger en el niño y aíºn en el supuesto de encontrarse una causa
genética, (que no hereditaria) es evidente que los padres no tienen en
ello ninguna responsabilidad.
- Enojo:
El enfado es una resultante natural de la culpa y se plantea, en
ocasiones, que alguien debe de tener la culpa. La culpa va dirigida
contra todo, contra los médicos por no encontrar cura, contra los
educadores por no conseguir que su hijo aprenda, contra otros padres
porque no aprecian la normalidad de sus propios hijos, contra su esposo
por no ser capaz de aliviar su dolor, contra su hijo enfermo por ser
Asperger. Nadie puede comprender lo que les pasa y el enfado oculta el
dolor y la tristeza y les hace sentirse más fuertes. La tristeza les
hace mucho más vulnerables que la ira y el enfado.
- Pérdida:
Todas las parejas se plantean la creación de una familia perfecta y en
este momento se ha perdido el niño ideal que alguna vez se creyó tener y
se han roto muchas esperanzas y sueños creados a su alrededor. Este
profundo sentimiento de pérdida es la base de todas las otras emociones y
cada persona lo expresa de una manera. Autocompasión y querer que todo
el mundo sea consciente de lo que está sufriendo; otros expresan este
sentimiento de una manera más controlada permaneciendo callados,
pensativos y tristes; en otras ocasiones se siente tal tristeza que
llegan a pensar que hubiera sido mejor que el niño no hubiera nacido.
Por dura que parezca, estas emociones son normales y es una forma de
evadirse de la realidad. Según pasa el tiempo, estas emociones son más
"llevaderas" y reconocerlas sin tener sentimiento de culpa permite a los
padres aceptar mejor la realidad y estar pendiente de sus propias
reacciones y conductas ante el problema.
Todas estas emociones son más intensas al recibir el diagnóstico, pero
se presentan muchas veces incluso cuando los padres tienen la sensación
de haber aceptado la condición de Asperger de su hijo. Es normal que
estos padres se encuentren sujetos a mayor tensión que otros padres y
tendrán que hacer frente constantemente a emociones contradictorias.
Quizás lo más importante sea reconocer que esto es normal y, como otros
padres lo han hecho antes, disfrutar de una vida satisfactoria.
5) Durante la época escolar
Durante esta época del niño, la familia vive situaciones especiales en muchos aspectos.
Una importante fuente de tensión que se crea es la búsqueda de servicios
especiales, como colegio, terapeuta, médico, etc, que sean capaces de
cubrir las necesidades del niño. A la tensión se suma la escasez de
servicios y la duda de estar proporcionando al niño la mejor atención
posible.
Es necesario cambiar los horarios de toda la familia para tener tiempo
de atender al niño Asperger; se necesita establecer una rutina para
atender las actividades del niño.
Es normal tener sentimientos de ser una familia diferente que no puede
integrarse en la mayoría de las actividades de los demás. Es importante
buscar el apoyo de otras familias con el mismo problema. Asumir que el
niño es realmente diferente puede provocar gran tensión en distintos
miembros de la familia y provocar crisis depresivas e incluso el
alejamiento de alguno. Hay que tener en cuenta que el niño demanda mayor
tiempo y atención de los padres y no podrán realizar otras actividades,
por lo que pueden darse sentimientos de rabia y envidia en los otros
miembros de la familia.
El padre que se hace cargo del niño puede sentirse solo, sobrecargado,
incapaz de relacionarse con padres de hijos "normales". Compartir la
carga entre los padres y otros miembros de la familia ayuda a reducir
sentimientos "paralizantes".
Según el niño va creciendo y llega a la edad adulta, se dan dos
preocupaciones principales, por un lado quién cuidará a su hijo cuando
falten los padres y la necesidad de contar con unos medios económicos
para asegurar un cuidado y atención adecuados. Los hermanos comienzan a
tener la preocupación sobre su cuidado y el miedo de ser portadores de
un problema genético.
En general, cuanto mayor sea el grado de cohesión (grado de cercanía
entre los miembros de la familia), adaptabilidad (grado de estabilidad
de la familia y reacción ante el cambio) y comunicación (grado de
honestidad y franqueza), la familia mejor se adaptará a la situación.
Hay que tener cuidado que el grado de cohesión no sea excesivo y suponga
una sobrecarga de responsabilidades en algún miembro de la familia.
Normalmente las familias numerosas se adaptan mejor a la nueva
situación. Parece lógico pensar que en una familia de dos hijos en el
que uno es Asperger, se tienda a depositar todas las expectativas en el
hijo sano, que recibe una gran presión. Sin embargo, el que parezca
lógico no significa necesariamente que sea lo correcto. Hay que tener en
cuenta que las actitudes y expectativas de los padres son un factor
determinante en la forma como los otros hermanos perciban al hermano
discapacitado.
Dentro del sistema familiar hay que destacar el papel de los padres, que
son los que deberían marcar la estabilidad emocional de todos los
miembros. Es normal que los padres pasen por diferentes reacciones y
conviertan en ocasiones estos estados de ánimo en un modo permanente de
actuación y cada uno de los padres puede adoptar diferentes papeles, que
fundamentalmente pueden ser:
Negador.
Autocompasivo.
Protector. Es un papel adoptado con mucha frecuencia en el que el padre
sobreprotege al niño Asperger, ocultándole todos los problemas que
puedan haber.
Culpable. En este caso el padre dirige todos sus esfuerzos en "pagar" esa culpa.
Cobrador. De alguna manera "cobra" a su pareja por haber tenido un hijo Asperger.
Suelen darse combinaciones de estos papeles, pero cualquier combinación
es una forma de evadir la realidad y puede aliviar la pena, pero impide
una buena comunicación y puede producir resentimientos en los demás
miembros de la familia
6) Con respecto a los hermanos de una persona Asperger:
hay que tener en cuenta que ante todo son personas, con los mismos
problemas y preocupaciones que los demás, pero con una carga adicional
inevitable que conlleva unas características distintivas. Para empezar
es una relación de por vida en la que existe un lazo biológico,
comparten los mismos padres y son fuente de seguridad y consuelo mutuo.
La relación entre los hermanos va tomando cada vez más importancia si
tenemos en cuanta los siguientes factores:
-La familia cada vez es más pequeña, por lo que el contacto es más intenso.
-El aumento de la expectativa de vida y los hermanos proporcionan una fuente de apoyo sobre todo en la edad adulta.
-Cada vez es más comíºn el divorcio y el segundo matrimonio y los hermanos deben hacer frente a esta situación juntos.
-Cada vez es más frecuente que los dos padres trabajen, por lo que necesitan su mutua compañía.
-Los padres están sujetos a mayores tensiones y menos disponibles para
los hijos y estos periodos de ausencia emocional de los padres afectan
la relación de los hermanos.
Se suelen dar una serie de recomendaciones para los hermanos de una persona Asperger.
- Respetar su individualidad
Los hermanos no deben ser comparados con otros niños, necesitan
desarrollar su propia identidad. Esta es una necesidad inherente a
cualquier persona, pero en este caso se ve intensificada por la
presencia del hermano Asperger y por la estructura que la familia ha
desarrollado para atender las necesidades de éste.
- Comprensión
Debido a las presiones y problemas que conlleva el vivir con un hermano
Asperger, sus vidas son diferentes y necesitan saber que los demás
entienden su situación y están dispuestos a escuchar y ayudar en lo
posible.
- Información
Necesitan que le aporten información real, clara, directa y que responda
a todas las dudas e interrogantes que se plantean respecto a su
hermano, la familia y ellos mismos. Requerirán diferente información
según pasen los años.
- Apoyo
En ocasiones pueden necesitar ayuda profesional o la asistencia a
"grupos de hermanos", que pueden ser muy útiles por la complicidad que
lleva implícita el compartir el mismo problema.
- Entrenamiento
En muchas ocasiones existe el deseo de ayudar a los padres en el cuidado
de su hermano y necesitan que los enseñen a trabajar con él para que la
relación sea gratificante.
En conclusión, en la vida en familia se debería:
Hacer frente a las emociones. Negar una emoción no ayuda a eliminarla.
Darse tiempo. Los sentimientos necesitan un proceso de elaboración antes de poder actuar.
Recabar la suficiente información sobre el síndrome de Asperger, y los
servicios disponibles les ayudará a actuar con mayor seguridad.
Buscar la ayuda de otros padres y profesionales.
Conseguir una comunicación clara y abierta entre los miembros de la
familia. La comunicación y la honestidad familiar pueden ser los dos
elementos más importantes para poder hacer frente a la discapacidad de
un familiar.
Definir las expectativas.
Respeto y comprensión ante las personalidades, reacciones y necesidades de todos los miembros.
Sentido del humor.
Se debería evitar:
la Sobreprotección.
Involucración total.
Rechazo.
Vergüenza
7) Información:
Para la persona Asperger (como cualquier otra persona) con una
inteligencia normal, tener un concepto de sí misma correcto y realista
es muy importante para desarrollar una autoestima positiva. Hay que
conocer y aceptar las propias fuerzas y debilidades para sentirse bien
con uno mismo. Para ello, es necesario saber lo que es el síndrome de
Asperger, cuales son sus consecuencias y como vivir con ellas. Por
tanto, las persona con síndrome de Asperger son las primeras que tienen
derecho a recibir una correcta información, válida y útil sobre su
discapacidad.
Explicar el síndrome de Asperger no es fácil, ya que incluso
científicos y especialistas discuten sobre el concepto y debemos no
añadir más confusión a las personas que lo padecen; sobre todo, porque
las personas Asperger se confunden muy fácilmente, por su distinto modo
de percibir y entender incluso conceptos relativamente sencillos.
Las personas con síndrome de Asperger dan un significado diferente a lo
que perciben y piensan, en muchas ocasiones de una manera radical, en
términos absolutos, por lo que tenemos que tener cuidado con la
información que les suministramos. Hay que tener también cuidado en no
subestimarlos ni sobreestimarlos, ni darles información que no pueden
entender ni asimilar. Al igual que otras personas que pueden hablar y
escuchar sobre su enfermedad, las personas con síndrome de Asperger
deben sobrellevar esta información tanto a nivel cognitivo como
emocional. Es un proceso de asesoramiento que puede necesitar de
psicoterapia.
Hay una tendencia natural a creer que la persona con síndrome de
Asperger tiene conocimiento sobre su particularidad y tendrá un
comportamiento más adaptativo, pero no es real, pues no es lo mismo
tener conciencia de ser diferente y conciencia de lo que realmente le
pasa y tener capacidad de cambio.
La persona con síndrome de Asperger se va a ver involucrada en
situaciones nuevas para las que no está protegida. Probablemente, las
personas de su entorno noten un comportamiento extraño, la gente
reaccionará y se pueden presentar problemas. Si la persona con síndrome
de Asperger está informada, puede explicar su comportamiento a otras
personas, puede saber qué situaciones debe evitar y serán más
predecibles las reacciones de las otras personas.
Es difícil señalar la edad de comienzo para explicarles sus
particularidades; hay que tener en cuenta que la persona con síndrome
de Asperger debe afrontar numerosos problemas, tales como burlas,
problemas de relación, en el colegio, dificultades para insertarse en el
mundo laboral. Las soluciones para estos problemas requieren un
concepto de sí mismo lo más exacto posible. Para comenzar a dar
explicaciones, se necesita una edad de desarrollo mínima de seis años,
ya que es necesario tener ya ciertas habilidades como memoria para
recordar cosas que ocurrieron en el pasado, comprender conceptos
abstractos y sobre todo, capacidad para reflexionar y hablar sobre uno
mismo.
Otra cuestión complicada es quién va explicar al niño el tipo de
trastorno que padece. La persona que vaya a realizarlo debe garantizar
su continuidad y su competencia para contestar las dudas y preguntas que
surjan. Hay diferentes razones que desaconsejan a los padres o a la
pareja de la persona con síndrome de Asperger:
Los padres no deben ocupar el papel de los terapeutas ni los consejeros de sus hijos, deben ser sus padres.
Es mejor que los padres puedan mantener un papel claro con respecto a su
hijo para que el niño no se sienta confuso, ya que suelen preferir
roles claros y sin ambigüedades.
Además del peligro de confusión por la doble función de los padres, también existe el riesgo de pérdida de confianza.
Al igual que cualquier persona que reciba malas noticias, necesita un
"hombro" donde consolarse y una persona en quien confiar para recibir
apoyo. Los padres son las personas más adecuadas para proporcionar ese
hombro y esto se pone en peligro si los padres son los que dan las malas
noticias.
Evidentemente, en el proceso de informar al niño o al adolescente se
necesita una cooperación muy estrecha entre padres y profesionales; los
padres tienen que tener una participación activa tanto en la decisión de
iniciar el proceso como en los contenidos.
Debemos hacer entender que las personas son diferentes y por tanto
únicas en sus intereses, caracteres, fuerzas y debilidades; cada persona
tiene sus habilidades; sobre una determinada cuestión cada uno piensa y
actúa de una manera determinada ni mejor ni peor. Una discapacidad no
puede curarse, pero se pueden hacer muchas cosas para ayudar a la
persona a realizar una vida lo más normal posible, restringiendo lo
máximo sus limitaciones.