Síndrome de Asperger: Consideraciones educativas.
El Síndrome de Asperger, es el término utilizado para describir la parte más moderada y con mejor nivel de funcionamiento de los trastornos del espectro autista. Es considerado, un trastorno neuro-biológico en el cual existen desviaciones o anormalidades en tres aspectos del desarrollo:
- Conexiones y habilidades sociales
- Uso del lenguaje con fines comunicativos
- Características de comportamiento relacionados con rasgos repetitivos o perseverantes.
- Una limitada gama de intereses
Motivado
a que en el Síndrome de Asperger existe un rango de la severidad de los
síntomas, muchos niños con una deficiencia leve de estos síntomas y que
pudieran reunir los criterios diagnósticos para el síndrome, bien no
reciben ningún diagnóstico, o los consideran “especiales” o simplemente
“diferentes”, otros pueden recibir diagnóstico de Déficit de Atención o
Problemas Emocionales.
Consideraciones educativas:
Los individuos con Autismo y Síndrome de Asperger deben ser educados en su máxima extensión con estudiantes sin discapacidad. A pesar de que se ha planteado que el sujeto autista debe ser educado en el ambiente menos restrictivo posible, y ya se habla de la inclusión, todavía persisten problemas de segregación para los estudiantes con S. de Asperger. Con frecuencia, sus programas educativos son deficientes y carecen de suficiente personal capacitado.
Los individuos con Autismo y Síndrome de Asperger deben ser educados en su máxima extensión con estudiantes sin discapacidad. A pesar de que se ha planteado que el sujeto autista debe ser educado en el ambiente menos restrictivo posible, y ya se habla de la inclusión, todavía persisten problemas de segregación para los estudiantes con S. de Asperger. Con frecuencia, sus programas educativos son deficientes y carecen de suficiente personal capacitado.
La sola ubicación de un
niño Autista o con S. de Asperger en una clase regular, no hace que éste
evolucione, sino que necesita apoyo extra o ayuda especial para superar
sus dificultades relacionadas con sus características autísticas.
Aún
cuando un individuo Autista o con S. de Asperger tenga lenguaje oral,
presenta dificultades para la comprensión del lenguaje hablado y amerita
apoyo con estrategias específicas para sus dificultades como autista.
Siendo un aprendiz visual necesita de instrucciones escritas para
realizar las diferentes actividades de la vida diaria o de los aspectos
escolares y académicos.
Uno de los problemas que confrontan los familiares de personas autistas de alto funcionamiento son las conductas inapropiadas o disruptivas. Por ej.: pueden presentar risas inadecuadas cada cierto tiempo, o pueden hacer ruidos extraños o muecas y estar totalmente ausentes sin darse cuenta de lo que pasa a su alrededor. Esto hace que las personas que las rodean piensen que son excéntricos o extraños.
Uno de los problemas que confrontan los familiares de personas autistas de alto funcionamiento son las conductas inapropiadas o disruptivas. Por ej.: pueden presentar risas inadecuadas cada cierto tiempo, o pueden hacer ruidos extraños o muecas y estar totalmente ausentes sin darse cuenta de lo que pasa a su alrededor. Esto hace que las personas que las rodean piensen que son excéntricos o extraños.
Sin embargo, cuando se les da entrenamiento
suficiente y adecuado, estas personas de alto funcionamiento con Autismo
pueden actuar “normalmente” por prolongados períodos de tiempo; pero
repentinamente, a veces sin avisar, las conductas inadecuadas pueden
presentarse. Estos cambios repentinos de conducta producen “shock”, y
juicios equivocados por aquellos que no conocen bien a la persona con
Autismo o que no comprenden las características de personas de alto
funcionamiento con Autismo. Como resultado, muchas veces las personas de
alto funcionamiento con Autismo son criticados y rechazados por
conductas que son inherentes a su condición de Autismo.
Contrariamente
a lo que se cree, la persona de alto funcionamiento con Autismo se
puede volver verbal y físicamente agresiva. Esta agresividad puede
aparecer en la pubertad.
Muchas personas de alto
funcionamiento con Autismo pueden mostrar patrones de regresión y/o
depresión durante la adolescencia. En muchos casos la depresión puede
llevar a intentos suicidas. La regresión puede durar entre unos pocos
meses y varios años, pero cuando esta dificultad termina, la conducta a
menudo madura considerablemente y la persona puede aumentar su habilidad
para aprender académica y socialmente. Desafortunadamente, este aumento
de la habilidad para aprender ocurre cuando la oportunidad para
ingresar en la escuela ha pasado.{mospagebreak}
Hay un cierto
número de principios generales que deben aplicarse para tratar a la
mayoría de los niños con Trastornos Profundos del Desarrollo de
cualquier grado en el colegio y que se aplican en el caso del Síndrome
de Asperger:
1. Las rutinas de las clases deben ser tan
consistentes, estructuradas y previsibles como sea posible. A los niños
con Síndrome de Asperger no les gustan las sorpresas. Deben ser
preparados de antemano, cuando ésto es posible, frente a cambios y
transiciones.
2. Las reglas deben aplicarse con cuidado.
Muchos de estos niños pueden ser bastante rígidos a la hora de seguir
las “reglas”, que aplican literalmente. Las reglas y las orientaciones
para el estudiante deben ser claramente expresadas, y preferentemente
por escrito, a la vez que deben aplicarse con cierta flexibilidad. Las
reglas para el niño con Síndrome de Asperger no tienen por que coincidir
exactamente con las que se aplican al resto de los estudiantes, ya que
sus necesidades y habilidades son distintas.
3. El
profesorado debe aprovechar al máximo las áreas de interés especial del
niño. El niño aprenderá mejor cuando figure en su agenda una de sus
áreas de alto interés. Los profesores pueden conectar de modo creativo
los intereses del niño con el proceso de aprendizaje.
4.
También se puede recompensar al niño con actividades que sean de interés
para él cuando haya realizado de forma satisfactoria otras tareas o
haya obedecido correctamente las reglas establecidas.
5.
La mayor parte de los estudiantes con Síndrome de Asperger responden muy
bien al uso de elementos visuales: horarios, esquemas, listas, dibujos,
etc. En este aspecto, se parecen mucho a los niños con Trastornos
Profundos del Desarrollo y Autismo.
6. En general, hay que
intentar que las enseñanzas sean bastante concretas. Se trata de evitar
un tipo de lenguaje que pueda ser malinterpretado por el niño con
Síndrome de Asperger, tal como sarcasmo, discursos figurativos confusos,
modismos, etc. Hay que intentar romper y simplificar conceptos y
lenguaje abstractos.
7. Las estrategias de enseñanza
explícitas y didácticas pueden ser de gran ayuda para el niño aumente su
capacidad en áreas “funcionales ejecutivas”, tales como organización y
hábitos de estudio.
8. Hay que asegurarse de que el
personal del colegio fuera del aula (profesores de gimnasia, conductores
de autobús, bibliotecarios, etc.) estén familiarizados con el estilo y
las necesidades del niño, y hayan recibido un entrenamiento adecuado
para tratarlo. Los entornos menos estructurados, donde las rutinas y las
reglas son menos claras, tienden a ser difíciles para el niño con
síndrome de Asperger.
9. Hay que intentar evitar luchas de
poder crecientes. A menudo, estos niños no entienden muestras rígidas
de autoridad o enfado, y se vuelven ellos mismo más rígidos y
testarudos, si se les obliga a algo por la fuerza. Su comportamiento
puede descontrolarse rápidamente, y llegados a este punto, es mejor que
el profesional dé marcha atrás y deje que las cosas se enfríen. Es
siempre mejor anticiparse a estas situaciones, cuando sea posible, y
actuar de modo preventivo para evitar la confrontación, mediante la
calma, la negociación, la presentación de alternativas o el desvío de su
atención hacia otro asunto.
Una de las
mayores áreas de preocupación a medida que el niño avanza en su
educación escolar es la mejora de interacciones sociales apropiadas y la
ayuda para que el niño se adapte mejor socialmente. El aprendizaje
formal y didáctico de habilidades sociales puede efectuarse tanto en la
clase como en un entorno más individualizado. Las experiencias que han
tenido más éxito son la que utilizan modelos directos, así como la
representación de roles en situaciones concretas. Ensayando y
practicando el modo de enfrentarse a distintas situaciones sociales, el
niño puede aprender a generalizar sus habilidades en entornos más
naturales.
A menudo, resulta útil, utilizar una
experiencia a dos, en la cual el niño se aparea con otro para realizar
estos encuentros estructurados. El uso del “sistema del amigo” puede ser
muy útil, ya que estos niños se relacionan bien de uno en uno. La
cuidadosa elección de un compañero sin Síndrome de Asperger, para el
niño puede ser un procedimiento para ayudarle a elaborar habilidades
sociales, potenciar la amistad y reducir la marginación. En las clases
superiores, se debe tener cuidado para proteger al niño de las burlas,
tanto fuera como dentro del aula, ya que esto constituye una de las
principales fuentes de ansiedad para niños mayores con Asperger. Se
deben hacer esfuerzos para ayudar al resto de los estudiantes a
comprender mejor al niño con Síndrome de Asperger, fomentando la
tolerancia y la aceptación.
Los profesores pueden aprovechar las importantes habilidades académicas que muchos niños con Síndrome de Asperger poseen, para ayudarles a ganarse el aprecio de sus compañeros. También es muy útil el que el niño con síndrome de Asperger pueda tener oportunidades de ayudar ocasionalmente a otros niños.
Los profesores pueden aprovechar las importantes habilidades académicas que muchos niños con Síndrome de Asperger poseen, para ayudarles a ganarse el aprecio de sus compañeros. También es muy útil el que el niño con síndrome de Asperger pueda tener oportunidades de ayudar ocasionalmente a otros niños.